Nos
parece que el budismo, más que una religión es una filosofía de vida, dado que
su fundador fue una persona que no se atribuye misticismo propio, ni a
terceros, y más bien se enfoca a llevar una vida en equilibrio a través del
camino medio, sin llegar al abandono que le representaba hinduismo y sin
dejarse llevar por el deseo. Consideramos que sus principios éticos, “El noble
sendero óctuple que encamina al hombre desde el sufrimiento hasta el Nirvana”
tienen la capacidad de transformar el mundo en un lugar pacífico, justo,
armonioso, sustentable e incluso ecológico si basamos nuestro actuar diario en
ellos.
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